Derecho alimentario: la
información del consumidor
Dr. Carlos Barros Santos
Empezaremos resumiendo los puntos o los
focos donde se genera la información sobre la alimentación y la nutrición y así
nos encontramos con:
§ El empresario
§ El científico
§ Las Instituciones de la Administración
§ El publicista y/o el periodista
Esta información debe
ir dirigida a otro grupo de receptores.
Si bien el Consumidor
es el principal receptor de la información alimentaria y, por lo tanto, el
protagonista fundamental no debemos olvidar al resto de los intervinientes que
van a tener su parte de responsabilidad en aquella información y precisan, por
ello, estar formados:
·
Productores
(agrícolas, pecuarios, piscícolas, otros).
·
Industriales
(procesos tradicionales, procesos nuevos).
·
Almacenistas
(durabilidad, conservabilidad, etc.)
·
Distribuidores.
·
Transportistas.
·
Comercializadores
¿
Por donde le puede llegar la información al consumidor ?
×
Por
la publicidad.
×
Por
Carteles.
×
Por
medios de comunción
·
Periódicos.
·
Revistas.
·
Radio.
·
Cadenas
de televisión.
×
Por
páginas electrónicas de Empresas, Asociaciones, Fundaciones, etc.
×
Por
Internet.
×
Por
Faxes.
×
Por
correo postal.
×
Por
llamadas telefónicas.
×
Por
las Asociaciones o por las Instituciones de la Administración
×
Por
las etiquetas.
-
Datos
obligatorios.
-
Alegaciones
voluntarias.
¿
Qué impacta al consumidor ?
×
La
aceptabilidad organoléptica, valorada por él en el tiempo.
×
El
precio.
×
La
confianza en la marca, de la Empresa fabricante o del establecimiento
comercial.
×
Las
distintas variables de promoción y su
colocación en el establecimiento.
×
La
confianza y la comprensión de los textos de las etiquetas.
×
La
información complementaria a todos los niveles (alegaciones nutricionales,
metabólicas, fisiológicas y/o ambientales).
×
Los
regalos.
×
Algunas
veces la “Magia” o la “Ilusión.
¿
Qué domina en ésta información ?
·
La
veracidad.
·
La
claridad.
·
La
seriedad.
·
El
deseo de vender.
·
La
farsa científico- comercial.
·
La
explotación de la ilusión y la esperanza del consumidor.
·
Los
datos científicos no completos o especialmente dirigidos, con una perspectiva
comercial.
·
¿
Donde predominan los engaños o la tomadura de pelo al consumidor ?.
×
Alegaciones
y datos pseudocientíficos (Dietas mágicas).
×
Alimentos
funcionales (Concepto relativamente nuevo).
Ejemplos:
×
Suero
lácteo.
×
Zumos
especiales (para esperma masculino y partes pudendas femeninas).
×
Cápsulas
de vinagre de manzana.
×
Jamón
sin sal.
×
Galletas
sin azúcar.
×
Dietas
especiales.
×
Otros
complementos.
×
Las
tarjetas especiales para sanear alimentos.
×
Adelgazamiento
en 5 kg por consejos transmitidos por fax.
×
La
jarra, collares, pulseras magnetizadas que mejoran bebidas.
×
Las
camisas aromatizadas.
×
Sistemas
para el alargamiento o el endurecimiento
del pene.
Otras
consecuencias.
Es muy posible que, según estudios
recientes, los trastornos de la conducta alimentaria en España sean
consecuencia del impacto de la difusión de alegaciones nutricionales en los
alimentos y de imágenes corporales en revistas ligadas a la información
alimentaria sín claro respaldo científico. Así nos encontramos con estas
cifras:
EDAD
|
MUJERES
|
VARONES
|
|
Transtornos
de la conducta alimentaria (TCA)
|
12 a 21 años
|
5 %
|
0,5 %
|
Bulimia
nerviosa (BN)
|
12 a 21 años
|
2,3 %
|
0,2 %
|
Anorexia
nerviosa
|
12 a 21 años
|
0,11 %
|
0,0 %
|
Este es un tema que precisa más
estudios.
Sistemas
de comercialización
Es evidente que la evolución de los
sistemas de comercialización de los productos alimenticios también influye en
la tipología de la información. Así nos provocan nuevos criterios los
siguientes sistemas de comercialización que hoy son una realidad:
─ El
trueque.
─ La
tiendas de ultramarinos y otros establecimientos específicos (carnicerías,
pescaderías, hueverías, fruterías, panaderías, heladerías, etc) y su evolución.
─ Las
Galerias de alimentación.
─ Los
Supermercados.
─ Los
Hipermercados.
─ Los
grandes centros de distribución.
─ La
distribución de congelados (Platos preparados,
helados y productos de pastelería) a domicilio.
─ La
expedición a través de máquinas automáticas mediante monedas o tarjetas
específicas.(Estas máquinas no venden, dispensan).
─
Las
ventas por catálogo (por teléfono, a domicilio, en tiendas de TV, por correo,
por “Leassing”, etc).
─
Las
ventas por Internet.
Beneficios
y riesgos de la alimentación
La alimentación es un acto y una
función, necesarios o imprescindibles, para el nacimiento, el desarrollo, el
mantenimiento de la vida, tanto material como psíquica, y el alcance del
bienestar social.
La alimentación nos ofrece, en todas
las fases de la vida, beneficios y riesgos.
Los beneficios nos los aportan, el
aspecto o las características de los alimentos en si, los procesos o rituales
para confeccionarlos o servirlos, la sensación de bienestar, de alegría, de
placer, de satisfacción que nos proporcionan y el valor nutritivo, que
transmiten, a nuestro organismo y a sus funciones, las características
energéticas o plásticas necesarias, en cada caso y en cada momento.
Los beneficios de la alimentación son,
fundamentalmente, inherentes a las características genéricas del alimento, que
todos conocemos ya.
Deberíamos dedicarnos, con mayor
énfasis, a conocer y difundir las especificaciones de los alimentos que nos van
a caracterizar los calificativos de “Apetitoso”, “Fruitivo” en su caso,
“Nutritivo”, “Creador de la sensación de saciedad”, “Sano” e “Inocuo”, aunque
los dos últimos marcan la frontera de la presencia de los riesgos. Olvidamos
que la “Alimentación”, como fase previa de la nutrición, es una función ligada
al placer, a la satisfacción, a la alegría, al bienestar y generamos, en su
ámbito, un ambiente de temor, de sospecha, de inestabilidad, de engaño, de
fraude, de riesgo o de peligro.
¡ NO DEBE SER ASÍ !
Hoy vamos a ocuparnos aquí de una
pequeña parcela de ese “Malsano paisaje alimentario”, donde nos pueden llevar
los agoreros, los que manipulan la información, destacando lo negativo, y no
hablando de lo positivo de la alimentación y de los alimentos.
Los riesgos de alteración o
disfunción, de enfermedad aguda o crónica, de toxicidad o de envenenamiento
para el hombre o los animales, pueden surgir de los alimentos o de la
disposición específica de aquellos.
En el mundo de la alimentación nos
vamos a encontrar con una serie de agentes o principios activos o disfunciones
que, por acción directa o indirecta, van a dar origen a procesos perturbadores
de la salud del consumidor:
·
Componentes
naturales de productos alimenticios (CINa, determinados ácidos grasos, fibras,
alcaloides, etc).
·
Factores
anatómicos, fisiológicos o bioquímicos, en el hombre o los animales que impiden
o alteran la metabolización de
determinados productos alimenticios (diabetes, fenilcetonuria, carencia de
enzimas, hipertensión, enfermedad celíaca, etc).
·
Porcentaje
de alcohol de bebidas alcohólicas y volumen de frecuencia de consumo.
·
Materias
extrañas (alas, patas y fragmentos de insectos, pelos y heces de ratón,
piedras, arena, trozos de madera, restos de vidrio, metálicos o de plásticos,
chapas, papeles, etc.).
·
Sustancias
extrañas:
─
Aditivos
no autorizados.
─
Aditivos
autorizados empleados a dosis superiores de las sanitarias y tecnológicamente
recomendadas.
·
Parásitos.
·
Toxinas
naturales:
─
Micotoxinas.
─
Saxitoxinas.
─
Otras
toxinas.
·
Toxicos
o venenos incorporados voluntaria o accidentalmente..
·
Radioactividad.
·
Residuos
de:
─
Metales
pesados u otros minerales.
─
Plaguicidas.
─
Detergentes,
desinfectantes, desinsectantes y raticidas.
─
Sustancias
anabolizantes y hormonas.
─
Antibióticos.
─
Disolventes.
─
Materiales
en contacto con los alimentos (envases y equipo).
─
Aceites
minerales.
·
Interacción
con medicamentos.
·
Modificaciones
por procesos tecnológicos (biotecnologías, presencia de ácidos grasos trans,
etc).
·
Agentes microbiológicos (Salmonella, Shigella,
Brucella, Estafilococos, Clostridium botulínico y perfringens, B. Cereus,
Estreptococos, Listeria monocitógena, determinados virus, etc).
Estos procesos perturbadores de la
salud del consumidor, los podremos resumir en cinco epígrafes:
×
Intoxicaciones
alimentarias (de cualquier origen).
×
Toxiinfecciones
alimentarias (las de origen infeccioso).
×
Receptivilidad
o antagonismos específicos, disfunciones orgánicas o metabólicas (fisiológicas
o bioquímicas) del consumidor.
×
Inadecuación
de la dieta a las características del sujeto (excesos, déficits, descontrol
nutritivo, hiper o hipo vitaminosis, recomendaciones minerales o de otros
componentes- lecitinas, fibras, ácidos grasos omega- 3, extractos vegetales con
pseudo acción terapéutico-metabólica, estimulante, virilizante o corrector de
volúmenes, diámetros, tendencias, etc., de partes del cuerpo o evitantes de la
caída del cabello o de la fragilidad de la uñas, etc.).
×
Intoxicación
psicológica (de origen informativo, de manipulación dirigida de la alimentación
con fines lucrativos para terceros).
Cualquiera de estos temas es materia
de seminarios, coloquios, jornadas, etc., aunque mi intención solamente
pretende que meditemos, para el futuro, sobre la conveniencia de que hablemos
de los alimentos para acreditarlos y aumentar así la confianza del consumidor
en una información científicamente respaldada.
El 90 % de los problemas señalados se
corrige con higiene, con información clara y puntual, con responsabilidad
solidaria y compartida, con códigos de buena práctica, con poco reglamentarismo
y con confianza en unos servicios públicos, competentes y dotados de medios
adecuados a cada caso.
Sistemas de información
para el consumidor
Los sistemas de información para el consumidor están
basados fundamentalmente en los siguientes puntos:
·
El
etiquetado
─ Obligatorio
(datos inexcusables).
─ Facultativo.
─ Nutricional.
─
Alegaciones
de diverso tipo.
·
La
Publicidad.
·
Las
revistas y otros medios de comunicación.
·
Los
sistemas de formación dirigidos por la política gubernamental.
·
Las
Asociaciones u Organismos de diferente tipo.
Ni en las Escuelas, Institutos,
Universidades u otros Centros de formación se enseña, seriamente y con
responsabilidad, todo lo que se relaciona con la sanidad, la saludabilidad, la inocuidad, lo natural,
lo transformado, lo industrial, lo idóneo lo autentico y lo funcional. Se
discute, o a veces se niega, la tradicionalidad, buscando la justificación de
ésta conducta por razones económicas, sociales o incluso religiosas,
geográficas e históricas.
Los que éramos responsables de la
ordenación alimentaria y, en su seno, de la seguridad alimentaria hace unos
cuarenta años, nos encontramos hoy, algo desconcertados por la evolución de la
información y la localización de los respaldos científicos de la misma:
·
El
Instituto del Huevo.
·
El
instituto del Cacao y del Chocolate.
·
El
Instituto Danone.
·
El
Instituto Flora.
·
El
Instituto Omega – 3.
·
El
Instituto Bollicao.
·
La
Fundación de la Remolacha y el Azúcar.
·
La
Fundación del Dulce y la Salud.
·
La
Federación o Fundaciones para la Investigación del Vino.
·
La
Federación de la Cerveza.
·
Los
múltiples Consejos Reguladores de los diferentes productos DO, DG, DC, DT de
Agricultura Integral y sus certificaciones.
·
Entidades
como CLARA, ANFACO y otras dedicadas a Sectores específicos.
·
Asociaciones
de Dietética, Nutrición, Pediatría, Odontología, Gastronomía, etc.
·
La
Sociedad Española de Nutrición y Bromatología Aplicada (SENBA).
·
Los
defensores de la Dieta Mediterránea, de
la Dieta Atlántica o de la Dieta Cantábrica.
·
La
Fundación Triptolemos.
·
El
Foro Alimentario.
·
El
Instituto Pascual.
Puede que en la actualidad haya más que
no nos hemos parado a identificar.
Todos ellos se ocupan hoy de difundir,
entre los consumidores, con el apoyo de científicos (?), lo que les conviene y
son hoy una clara sustitución de la labor que antes tenían encomendada los
Laboratorios e Institutos oficiales entre los que destacaban los del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, los de las Universidades, los de
algunos Ministerios e incluso los de
algunos de los Municipios.
Esta situación tampoco es original de
nuestro país, es más bien una tendencia a aceptar todo lo que han venido
haciendo, hace bastantes años, USA y Japón, por imposiciones económicas y
comerciales dentro del concepto de globalización tan explotado en nuestro
tiempo.
·
Son
fundamentales las indicaciones obligatorias en las etiquetas, que se pueden
resumir en estos once puntos:
1.
La
denominación de venta.
2.
El
estado físico del producto y/o su tratamiento.
3.
La
relación de ingredientes.
4.
El
contenido neto.
5.
La
fecha de consumo preferente o de caducidad, en su caso.
6.
Las
condiciones especiales de conservación y de utilización.
7.
El
modo de empleo.
8.
El
responsable del producto en el mercado y su domicilio.
9.
La
indicación del lote.
10.
El
país de origen, en el caso de país tercero.
11.
Otros
datos, que exigen Disposiciones específicas, como el grado alcohólico,
productos congelados que se pueden vender descongelados, trazabilidad, etc.
·
El
consumidor selecciona los alimentos valorando los siguientes factores
(ordenados según el % de los compradores consultados en su día):
×
Sabor
88 %
×
Nutrición 75
%
×
Seguridad
del producto 71 %
×
Precio
66 %
×
Almacenamiento 43 %
×
Tiempo
de preparación 36 %
×
Fácil
de preparar
33 %
·
El
consumidor, hoy, y parece ser en el futuro, a la hora de seleccionar y elegir
un alimento o producto alimenticio, va a fijarse, primordialmente, en los
siguientes factores:
─ La
imagen.
─ Las
características organolépticas que atraen al consumidor (Previamente habrá que
realizar un estudio de los “Gustos” del consumidor).
─ Estas
características enmarcaran la aceptabilidad y su permanencia.
─ El
prestigio de la marca.
─ La
continuidad en sus características y en el mercado.
─ La
responsabilidad del fabricante.
─
Influye,
de forma importante, la disminución del coste y la facilidad del manejo o del
uso.
EL
ARTE DEL BUEN VIVIR
He
ojeado estos días la recopilación de más de 65.000 refranes efectuada por Luis
Martínez Kleiser (1989, editorial
Hernando) y me he detenido en la pequeña muestra que, seguidamente, recojo:
q Hasta morir todo es vivir.
q Vivir es sufrir.
q Cada uno vive como puede o como le
dejan vivir.
q Harto sabe quien vivir sabe.
q Poco es vivir y mucho saber vivir.
q Vivir y no medrar es gran pesar.
q Goza de tu vida que la vida es un
trís.
q No es dichoso el que lo parece sino el
que por tal se tiene
q Dichoso será el que pueda, no el que
quiera.
q La salud sobra a quien la dicha falta.
q Come bien, bebe mejor, mea claro, pee
fuerte y cágate en la muerte.
q Cuatro cosas has de procurar: salud,
saber, templanza y paz.
q Con salud y la bolsa llena ¿Quién dijo
penas?
q Salud, amor y hogar, traen el
bienestar.
q Salud y alegría, belleza cría, atavío
y afeite cuesta caro y miente.
q Alegría ten y vivirás bien.
q La alegría alarga la vida.
q Quien vive alegre hasta fortuna tiene.
q La cara más fea la alegría la
hermosea.
Natalia Escalada me pidió que hiciera
una pequeña entrada para un dossier que publicó recientemente la revista Tribuna.
Las frases populares, que antes cité me sirvieron de motivo para pergeñar unos
cortos pensamientos que hoy recojo íntegros en este documento:
·
Parece
ser indiscutible que el surgir al mundo es “Vivir”.
·
El
concepto “Vivir”, y su valoración, positiva o negativa, son eminentemente
subjetivos.
·
Generalmente
la vida del ser humano emerge de la conjunción del amor, del placer y de la
caricia con el sincronismo fisiológico de los sexos.
·
Una
vez en el mundo, nuestro paso por él, va a verse sometido a quiebras permanentes
de la armonía, de la solidaridad y del orden. Estas quiebras pueden presentarse
en nuestro equilibrio bioquímico, en nuestra vida de relación o en las
circunstancias ambientales, de origen natural o provocadas, que van a rodearla.
·
Por
todos los medios buscamos encontrar los mecanismos que nos devuelvan la
armonía. el equilibrio y Ia solidaridad orgánica y fisiológica que supuso el
impacto de los potentes generadores que nos dieron la vida.
·
La
salud, Ia alegría, el amor, e1 placer, la felicidad, la belleza, el bienestar,
e1 respeto mutuo, la libertad, la templanza son algunos de los ingredientes del
buen vivir que no es lo mismo que el bien vivir.
·
Con
una formación alimentaría, exacerbada por la vocación y la afición analítica y
ordenadora del Sector, fundamentalmente en e1 ámbito de la sanidad y la
higiene, me gustaría que todos reflexionáramos seriamente sobre lo fundamental
que resulta, en e1 buen vivir, e1 equilibrio de nuestra dieta alimentaria, la
variabilidad en los alimentos a ingerir, la moderación y sobre todo la
satisfacción del comer con alegría, con placer, sin temores de fantasmas
patológicos, toxicológicos o alterantes de nuestro fisiologismo.
·
En
la ínfoгmación y en la formación del ciudadano, del consumidor, con el
etiquetado (oblígatorío, facultativo, nutricional, ecológico, etc.), y la
publicidad estamos generando «Ansias», «Stress», «Temores», «Remordimientos»,
«Falacias», «Camelos», «Depгesíones» , «Manipulaciones» e incluso
«Desconcierto».
·
Las
campañas sanitarias de prevención (enfermedades cardiovasculares, cáncer,
obesidad, caries, etc.) y las de fomento del consumo, dentro de una válida
política alimentaria, deberían ser de signo positivo para que la expresión de
felicidad siguiera existiendo durante el acto de comer y no enmarcarlas, como
se hace ahora, con datos negativos y angustiantes.
·
Deberíamos
ocuparnos de que los servicios ofíciales de control fueran competentes y
eficientes y escribir menos datos ininteligibles, para la mayor parte de la
gente, en las etiquetas y promociones explicativas.
·
La
intención del dossier de Tribuna iba dirigida a orientar al lector hacia el
camino del buen vivir, la mía, a través de la presentación (algo recortada por
razones de espacio) era pedirle que meditara sobre los ingredientes
caracterizantes de su vida y si, en su intimidad, conseguía dibujar en su
rostro una sonrisa serena podría darse cuenta de que sus pasos iban bien
orientados.
Hoy, al repetir aquellos pensamientos,
quisiera recordaros lo importante de la alegría para «Comer» y en consecuencia
para «Vivir».